En los primeros días de noviembre resulta inevitable pensar en la muerte. Más, en estos tristes tiempos que estamos sufriendo en 2020 a causa de la COVID-19. Pensando en la muerte me vino a la memoria un cuadro de Enrique Simonet, una obra técnicamente cercana a la perfección y cargada de emotividad… «Memento mori«. «Memento mori«. «Recuerda que morirás», le repetían continuamente al oído a los victoriosos generales romanos mientras desfilaban celebrando su «Triunfo». Nadie se lo dijo, seguramente, a la joven -una prostituta ¿quizás?- que yace sobre la fría losa de mármol. Su evidente belleza desaparecerá. Su vida ya es pasado. Sus alegrías y sus penas han quedado atrás. Ahora, el viejo médico que acaba de iniciar la necropsia, contemplando el órgano que tiene en su mano, se queda absorto pensando… «¡Y tenía corazón!»
El cuadro de Enrique Simonet Lombardo (1866-1927), óleo sobre lienzo de 177 x 291 centímetros, se titula Anatomía del corazón, le llaman también Una autopsia, pero popularmente se conoce como ¡Y tenía corazón! Lo pintó en 1890 y se encuentra en el Museo de Málaga.

Gracias por compartir cultura, Paco. No he ido a Málaga capital nunca, pero si voy no dudes que iré a ver ese cuadro.
Besos desde Plasencia.
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¡QUÉ HERMOSA OBRA DE ARTE!
Muchas gracias, Francisco
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Gracias a usted Cristian.
Y un cordial saludo.
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